Luis Sepúlveda, a quien el público de lengua española ya conoce bien, tiene dos hijos a quienes prometió un día escribir una historia acerca de lo mal que gestionamos los humanos nuestro propio entorno, lesionando la naturaleza, que nos brinda tantos bienes, y de paso autolesionándonos sin piedad.
Así nació "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar".
Las aventuras de Zorbas, un gato «grande, negro y gordo», cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota. Su madre, una hermosa gaviota, atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado, le deja en prenda a Zorbas, justo antes de morir, el huevo que acaba de poner. Zorbas, que es gato de palabra, cumplirá sus dos promesas: no sólo criará al polluelo, sino que le enseñará a volar. Los amigos de Zorbas, Secretario, Sabelotodo, Barlovento.
¿Quién no recuerda como algo muy especial las noches pasadas durante la infancia en casa de un amigo? Simón está muy ilusionado: por primera vez dormirá en casa de Oliver, su mejor amigo.
- Ilustraciones que ayudan a desarrollar sus habilidades de observación
- Texto cuidado que impulsa el desarrollo de las emociones
- Un libro con el que niños y padres podrán no solo divertirse, también aprenderán, participarán y, sobre todo, vivirán un momento muy especial en compañía.
Ayuda a Timmi a salvar a su amigo encontrando las pistas escondidas en una herencia que su familia guarda desde hace siglos. Si le acompañas en esta aventura, descubrirás una antigua leyenda, destaparás un caso de falsificación, y descodificarás un mapa cifrado, ¡entre otras muchas cosas!
Quizá no lo sepas, pero todos nacemos acompañados de un conejo que nos trae buena suerte y de un gato negro que se encarga de la mala. Leek era uno de esos conejos. Estaba muy unido a su humano, Cecil, y, aunque el chico no supiera de su existencia, era feliz con él.
Chips y Cheps son amigos desde hace un montón de años. Son como uña y carne y siempre lo hacen todos juntos: son inseparables.Además, los dos tienen muchísima fuerza y eso los hace aún más especiales.
El primer recuerdo de Antonio es el vuelo bajo las garras del águila arpía que lo llevó a Amazón, una legendaria Ciudad Perdida de la selva amazónica que guarda el mayor tesoro de la Tierra. Desde entonces, vive con la pacífica familia de indígenas que se encarga de custodiarlo.
Dani y Evan pasarán un fin de semana en una excavación con el Profesor Bizcoché. Descubrirán el santuario de los dinosaurios, un lugar lleno de criaturas increíbles, magníficas y... ¡peligrosas!
Si nunca has visto un faro de tierra posiblemente te asombre su existencia, pero en Elnora no hay mar, pues el pueblo está situado en un valle rodeado de las escarpadas Montañas de Pedernal. El faro de tierra, con sus luces multicolor, anuncia la llegada de forasteros.